El poder de las llamas

Querida,

Estúpida,

Segura,

Ridícula... 

¿qué hago aquí? 

Eso me pregunté mil veces esa noche mientras veía las llamas bailar, pero tampoco me hubiese gustado no estar, porque estaba a gusto y incómoda a la vez, celosa sin razón, again, estúpida. 

Me hubiese gustado tener las agallas para comerte la boca como mi cerebro me pedía, pero siempre me hago pequeña a tu lado y las inseguridades, oh, las putas inseguridades, ellas no ayudan nada.. pero yo sé que en el fondo solo soy una cobarde más con miedo al rechazo. 

Te quiero y me confundes, recuerdas cosas que pensaba que no recordarías y me hundes, mejor dicho, dejo que me hundas porque es que no me quito de la cabeza lo perfectos que seríamos, ah, ahí está el por qué de muchas cosas. 

Cada día que pasa, siento que este no es mi lugar, que no sé quién soy, que no quiero seguir aquí, pero a la vez, el pensar que si me apetece tengo el resto de la vida arreglado, me da seguridad y me impide salir de la burbuja. 

Me faltan dedos para contar las veces que me sentido sola en lo que va de año, es gracioso que cuánto más en serio expliques las cosas, más en broma se lo toma la gente. No todo es tan jajas como parece, no todo es tan bonito como lo explico.

Me asfixio pensando en el futuro, me duele pensar en ello porque no veo que sea mucho mejor que el presente y bueno, el presente no es para tirar cohetes. 

Hay tantas experiencias que no he vivido y me dan un miedo atroz, pero tu eres la experiencia que más quiero vivir, supongo que por eso eres la que más miedo me da.