Un mundo de mentiras # Capitulo 2

1 semana después

Me encontraba sentada en una mesa del comedor, le estaba dando vueltas y vueltas a la comida, no tenía hambre, no había sido buena idea almorzar con Violet, además no paraba de amenazarme con la mirada, como si me estuviese exigiendo que comiera.
- ¿No piensas comer? - preguntó
- Estoy comiendo...
- ¿No piensas comer? - preguntó otra vez, pero ahora el tono era grosero y molesto.
- ¡Joder! Que no tengo hambre - le contesté
- ¡come! - me ordenó
- Pero...
- ¡Nada! Come - volvió a exigir
- Joder... - dije molesta mientras llenaba la boca de comida, y sin saborear la comida, lo tragué sin ganas. Luego después, le miré cabreada, no quería engordar, no después de tanto esfuerzo, y ahora me sentía mal, como si estuviese rompiendo una promesa.
- ¡Ves! No cuesta tanto - dijo sonriendo mientras le daba un mordisco a su bocadillo. Yo estaba comiendo una ensalada de atún, pero aún así, pensar que mi cuerpo se llenaría de calorías, eso me provocaba asco y molestia.
- Sigue comiendo que yo tengo de ir al baño un momento - dije poniéndome rápidamente de pie y alejándome de ella sin dejarla hablar.
Los pasillos estaban llenos de gente, sabía que ellos me miraban mal, sabía que ellos me veían gorda, y odiaba el mundo, me odiaba a mí misma. Entré en el baño y me encerré en uno particular, levanté la tapa y en el agua pude ver comida, mucha comida, cerré los ojos y llevé mis dedos a la garganta, tenía de expulsar todo aquello de mi cuerpo, estaba frágil, tenía la sensación de que el mundo estaba en mi contra y contra mi sueño de ser modelo. Todo el mundo era horrible, joder, todo era complicado, nada tenía sentido, todo era insignificante, quería empezar de 0, tener un cuerpo y una cara nueva, ser otra persona completamente diferente, sin miedos.
- ¡Amy! Amy ábreme la puta puerta - dijo Violet desde fuera.
- ¡Márchate! - dije chillando desesperada, empecé a sentir algo salado en mi boca y me di cuenta de que estaba llorando.
- ¿Pero que estas haciendo a tu vida? ¿Que coño pretendes con todo esto? ¡Abre! - dijo y empezó a dar patadas en la puerta.
- ¡Que quiero estar sola! ¡Déjame en paz! ¡No te necesito! - contesté alborotada.
- ¿Sabes qué? A la mierda - dio un puñetazo en la puerta y luego me dejó allí sola, todo el silencio volvió apoderarse de aquel lugar, apenas podía escucharme llorando y el sonido de un interruptor que estaba roto. Abrí la puerta del baño, no había nadie, me acerqué al espejo y vi algo feo, yo tenía los ojos completamente negros, el maquillaje había ensuciado mi camiseta, vi mi cara, "Gorda, es lo que eres" me decía mi mente. Miré mi cuerpo, mis piernas, mi barriga... todo era enorme.
- ¡Ahhh! - dije enrabiada, molesta y chillando, le di un puñetazo en el espejo con todas mis fuerzas. Ahora sentía mi mano ardiendo, pero por lo menos ya no podía ver mi aspecto en el espejo y eso era bueno.
- ¿Pero que está haciendo señorita Rose? - me preguntó la directora del colegio, viendo todo aquel espectáculo, se acercó a mí y me sujetó el brazo, alejándome del espejo, alzó mi barbilla, pero yo estaba en un estado de miedo y frustración.
- ¿Usted se encuentra bien? - me preguntó, su voz era de preocupación y impotencia, pero no la culpaba, porque ni yo misma sabía que hacer.
No fui capaz de hablar, luego apareció Violet y empezó a hacerme una data de preguntas, luego llegaron los enfermeros y la psicóloga, no me acuerdo de cuánto tiempo estuve allí, sinceramente no me acuerdo de lo que pasó después, porque fue todo muy confuso.

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